El señor L. Fante

El señor L. Fante es un señor común y corriente que vive muy solo. Su vida transcurre en los mismos acontecimientos diarios, sin ninguna compañía. Todo es gris y callado en el mundo del señor L. Fante. A medida que avanza la lectura empezamos a darnos cuenta de que no es tan común y corriente, y que no se trata de una persona aburrida o gris. Es más bien alguien extremadamente sensible, que llora en el cine, que disfruta saludando a la portera de su edificio y que alimenta a un gato visitante. Es más, alguna vez tuvo una familia, y hoy es capaz de recordar a papá y mamá “como si estuvieran con él”. En fin, el señor L. Fante es un hombre lleno de sentimientos, recuerdos, emociones y deseos; un hombre común, pero único en su manera de relacionarse con el mundo y con su soledad.